miércoles, 8 de febrero de 2012

¿Miedo o desgana?


¿Sabéis?
¿Sabéis lo que se siente al no saber lo que realmente quieres?
Es...simplemente complicado..
incluso frustrante me atrevería a decir.

Pude tenerlo todo, de hecho en un futuro espero ser feliz...
Pero, ¿y ahora?
Siempre he sido una de esas personas que lo ha tenido todo muy claro siempre.
SIEMPRE.
Sabía lo que quería hacer, o algún día haría...
y en consecuencia, lo que siempre decía que nunca iba a hacer.
Pero, el tiempo, el destino...llamadlo como queráis....
todos estos elementos son muy caprichosos.
"Nunca digas de éste agua no beberé"
Bien, ahí va un consejo para todo el mundo:
"No lo afirméis, y no lo toméis a la ligera"
Las cosas simplemente pasan...y poco a poco puedes verte envuelta en una situación muy incómoda...
En una situación en la que te niegas a ti misma, te pretendes engañar con el fin de ser feliz a largo plazo, con el fin de simplemente estar bien aferrándote a lo que en esos momentos es estable.
Vives una mentira, y generas una mentira a tu alrededor.
Y eso, no es para nada recomendable.
Sí, puedes pensar que ahora tienes tú el balón, que tú eres quien decide cómo va a ir el partido en ese momento. Juegas, juegas sabiendo que en cualquier momento puedes "caerte", o simplemente "perder el balón", y con él, el partido de una de las, posiblemente, más importantes y bonitas etapas de tu vida.
Arriesgas...arriesgas demasiado.
Y, cuando todo estalla, cuando estás en el suelo y ves cómo el balón pasa a manos del otro jugador, desfalleces y el mundo que habías creado a tu alrededor cae sobre ti pesadamente.
Sus pesados pedazos pesan, tu respiración te cuesta una vida...
Incluso te preguntas si, conforme has hecho las cosas mereces seguir viviendo como tal.

Y al final, la cuestión no es ninguna de esas cosas.

La cuestión es que hagas lo que hagas, estés de acuerdo contigo misma cien por cien de que lo haces porque realmente quieres, que lo haces pensando simplemente en ti, y no pensando en huir de nadie.
Un clavo no quita otro.
He estado en ambos lados...he sido balón, y me he estrenado recientemente como jugador.
Perdí el partido...
Y ahora, lo parezca o no, lo lleve mejor o no, la culpa me carcome por dentro.

No puedo hacer mucho por solucionarlo ahora, pero sí que puedo hacerme un favor a mí misma, 
y ese es que, voy a pensar detenidamente en lo que quiero, lo que no, lo que necesito y lo que no necesito.
Y sobre todo voy a temer muy presente que decir "NO" se puede...siente bien o mal...cierre más puertas o menos puertas.

He aprendido la lección.

No hay comentarios:

Publicar un comentario